un centollo y un buey de mar en una tabla de madera

Diferencias entre centollo y buey de mar

El centollo y el buey de mar son dos crustáceos deliciosos y con mucho sabor a mar. Pero, ¿sabes realmente en qué se diferencian?

Centollo

El centollo es un crustáceo de gran tamaño que habita en las costas rocosas del norte de España y en gran parte del mar Mediterráneo. A la hembra se le denomina centolla.

Su alimentación se basa en algas, moluscos u otros animales pequeños que se pueden encontrar en la costa. Respecto a su tamaño, suelen medir entre 10 y 20 centímetros, siendo más grande el macho que la hembra.

Una de las curiosidades del centollo es que es un animal migratorio y cuando llega el otoño llega a recorrer decenas de kilómetros.

Es muy apreciado por su carne blanca y sabrosa, especialmente en la cocina gallega.

un centollo en una bandeja de plata

Buey de Mar

El buey de mar es un crustáceo muy similar al centollo, que habita en las costas del mar Cantábrico, Mediterráneo y Norte.

A simple vista es un crustáceo muy robusto, con un gran caparazón que puede llegar a medir hasta 25 centímetros y que cuando llega a la edad adulta puede alcanzar hasta un peso de 3 kilogramos. Al igual que su aspecto, la carne del buey de mar es bastante compacta y tiene mucho sabor.

Para diferenciar un buey de mar macho o hembra sólo tenemos que fijarnos en su forma. El macho tiene un caparazón más estrecho, colores más oscuros y las pinzas más robustas que la hembra.

Es muy popular en la gastronomía española, sobre todo en Galicia, la zona dónde más se captura, y dónde saben cómo preparar el buey de mar gallego con mayor variedad de recetas.

un buey de mar servido en un plato

Diferencia entre el centollo y buey de mar

La mayoría de personas no saben diferenciar entre centollo y buey de mar a primera vista e incluso han llegado a pensar que son el mismo animal. Esto se debe a algunas similitudes en su aspecto o a que habitan en la misma zona.

A continuación vamos a explicar cuál es la diferencia entre el centollo y el buey de mar y que debemos tener en cuenta antes de comprarlos:

  1. Tamaño: Un buey de mar es más grande en tamaño y peso que un centollo, lo que conlleva que tenga más carne en su interior.
  2. Caparazón: El caparazón del centollo es muy característico porque es ovalado y está cubierto de espinas, mientras que el buey de mar tiene un caparazón más redondeado y liso.
  3. Color: El buey de mar tiene tonalidades más oscuras cómo rojo muy oscuro o marrón, mientras que en el centollo, predomina un rojo intenso y más claro.
  4. Sabor y textura: La carne del centollo es más tierna y jugosa que la carne del buey de mar, que es más fibrosa. Además, el sabor del centollo es más suave, mientras que el buey de mar tiene un sabor más intenso.
  5. Precio: La diferencia de precio entre el centollo y el buey de mar varía dependiendo de la temporada, pero por lo general el centollo suele ser más caro que el buey de mar, debido a su mayor tamaño y la temporada de pesca.
  6. Temporadas: Como el centollo se reproduce en invierno y el buey de mar en primavera y verano, la disponibilidad del producto en cada temporada varía, y por consecuente su precio también.

Qué es mejor, ¿El Buey de Mar o el Centollo?

No existe un crustáceo mejor que otro ni se trata de elegir centollo o buey de mar, ya que ambos mariscos tienen muy buen sabor y se utilizan constantemente en la gastronomía española.

Tampoco es tan simple como preguntarnos, ¿qué es más caro el centollo o el buey de mar? Y decidir que es mejor el que tenga mayor precio.

Si nos basamos en las diferencias económicas entre el buey de mar y centollo, el primero tiene mayor peso, más carne y una relación calidad precio excelente. En cambio, el centollo, tiene un precio mucho más elevado.

Aún así, cada persona tiene un gusto diferente y existen distintas maneras de cocinarlos, como cocer el centollo y el buey de mar, hacerlos a la plancha e incluso combinarlos.

Nosotros te recomendamos probar nuestro buey de mar cocido listo para abrir y servir o comprarlo crudo y prepararlo al albariño o con un arroz caldoso, que queda genial.

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